La organización del alumnado: agrupamiento homogéneo y heterogéneo.
El proceso de asignación de los alumnos a los distintos grupos es un tema central de la organización, ya que estructura las oportunidades académicas de los diferentes segmentos de alumnos, al afectar a los contenidos, duración, ritmo, intensidad, así como al clima en el que los alumnos aprenden. Las diferencias afectan directamente al rendimiento, la motivación y las aspiraciones
de los estudiantes. Esto es así porque introduce unas diferencias notables y obvias
en la calidad y cantidad de conocimientos que se distribuyen entre los grupos así
formados.
En general, se observa que los grupos formados por alumnos con un mayor
coeficiente intelectual o calificaciones más elevadas tienen un profesorado más
experimentado y motivado, que cubre más materia y utiliza mejores recursos. Por el
contrario, los grupos montados para escolarizar a los menos aventajados son
enseñados por profesores menos experimentados y motivados que, a cambio, les
transmiten menos cantidad de materia ya un ritmo más lento.
Escuela segregada, escuela mixta y coeducacion
La utilización del criterio del sexo del alumnado, cuando se separa a chicos y chicas en escuelas distintas, da origen a escuelas separadas o segregadas de tunos y de niños y niñas.
Históricamente ése ha sido el criterio inicial de agrupamiento de la escolarización, con un profesorado de su mismo sexo y un currículo, diferenciado, siendo una de las causas de los comienzos de la feminización docente.
Así ha sido en nuestro sistema escolar hasta los pasados años ochenta y sigue siendo, en su primera manifestación al menos, en algunos centros privados.
Los efectos de la escolarización separada por sexos parecen ser de reforzamiento de los estereotipos y la desigualdad de género. Sin embargo, algunos grupos feministas lo reivindican por motivos muy distintos, que tienen que ver con la búsqueda de espacios libres de la agresión o la competitividad masculina.
A la escolarización conjunta de chicos y chicas se la conoce como escuela mixta, diferente del concepto de coeducación, aplicable a situaciones de escolarización en las que la integración de sexos en una misma aula conlleva una integración de género; es decir, cuando se pretende una educación igualitaria para chicos y chicas, sin imponer contenidos sexistas, ni actitudes o prácticas estereotipadas y discriminatorias en el
currículo o en la interacción cotidiana.
El agrupamiento homogéneo por habilidad
La investigación empírica del agrupamiento homogéneo del alumnado aporta elementos tanto positivos corno negativos de sus efectos.
Entre los positivos: la mayor eficacia docente en los grupos de mayor nivel, a los que se dedica más
tiempo efectivo de enseñanza y que, de esa manera, los alumnos de los grupos más académicos aprenden
más y de forma más rápida.
Entre los negativos: aparecen la segregación de los grupos minoritarios, la asignación discriminatoria de
estatus, la heterogeneidad interna de los grupos, que reproducen la desigualdad de aptitud en su interior,
el bajo rendimiento de los alumnos de grupos inferiores, así como los problemas de disciplina
derivados de los efectos desmoralizadores de los alumnos de los estratos inferiores. Éstos desbordan ampliamente a los positivos, viéndose en todo ello consecuencias negativas para la igualdad social, para
el aprendizaje de la mayoría del alumnado y para el clima de convivencia en el centro escolar.
Clima escolar como currículo oculto:
La cultura, los agentes y el medio social.
El clima escolar: es el contexto emocional y físico en el que se desarrolla la labor docente y posibilita un determinado aprendizaje, dependiendo de que las condiciones sean más o menos adecuadas.
Aunque el clima escolar es un constructor subjetivo, podríamos hacerlo operativo entendiéndolo corno un currículo oculto que actúe de modo latente, sin apariencia de hacerlo.
En ese sentido se puede entender como un índice que comprenda e integre los siguientes indicadores: la cultura del centro, la morfología del profesorado y el alumnado, y las relaciones con el entorno.
La cultura escolar
Cada escuela tiene su cultura corno una sociedad en miniatura; es decir, que cuenta con una serie de valores, actitudes, creencias, normas y costumbres que conforman el sistema de rituales y ceremonias que utiliza para conseguir la lealtad del grupo.
La cultura de la escuela: es el encuentro de una serie de elementos materiales e inmateriales que
caracterizan la vida del centro, en un espacio y tiempo determinados.
Nos referimos: a la arquitectura, a los protocolos ritualizados en ceremonias, a los artefactos y
objetos materiales y a los valores y creencias compartidos.
Como toda cultura, la escolar representa la atmósfera del centro, el clima en el que se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje, favoreciendo lo en la medida en que sea capaz de crear un ambiente adecuado para su desarrollo. Por el contrario, los conflictos o la inestabilidad ambiental pueden estar en el origen de los malos resultados escolares.
Los ritos y las ceremonias
Constituyen tanto los procedimientos rutinarios de gestión de masas, como la expresión de los valores y creencias de la cultura escolar por procedimientos solemnes.
Unas veces, los ritos son los mecanismos que se han mostrado más eficaces para manejar las situaciones
colectivas, como comienzo y fin de la jornada es colar o de los períodos lectivos, la entrada y salida del comedor o de cualquier acto cotidiano.
Otras veces, son formas de rutinizar el carisma de personajes trascendentes para la comunidad educativa o de celebrar acontecimientos de interés general, cultural o socio político.
En ambos casos, contribuyen a conformar el ethos del centro y son un elemento importante de la cultura escolar, comportándose como parte del currículum oculto.
Los centros escolares están llenos de artefactos y objetos materiales generados o difundidos por sus principales agentes. De sus paredes cuelgan desde carteles y pósters turísticos a dibujos y manualidades, pasando por fotografías y orlas conmemorativas y cuadros de honor de alumnos
distinguidos.
En sus vitrinas se exhiben trofeos deportivos ganados por equipos colegiales, junto a maquetas del centro o recursos didácticos como una colección de minerales o de mariposas. Sirven para resaltar trabajos bien hechos, personajes y paisajes del entorno, o recursos ejemplares, que ayudan a definir ese ethos o personalidad implícita. Como tales, los artefactos y objetos materiales están distribuidos por las
diferentes dependencias del centro escolar (vestíbulo, recepción, aulas, pasillos, comedor y «zonas nobles»)
Valores y creencias
En general, la presencia de la religión como asignatura en el currículo escolar ha constituido un criterio organizativo en un significativo número de sistemas escolares.
Los colegios confesionales gozan de un ideario propio que define los principios religiosos que sirven de criterio u orientación para la admisión de alumnos y de señas de identidad a la comunidad educativa. Su fundación suele corresponder a órdenes.
Tras la libertad de enseñanza se han cobijado tradicionalmente las clases medias y los sectores confesionales, que veían en ella la posibilidad de mantener sin excesivos costos la enseñanza católica y separada para unas familias de por sí bastante numerosas.
Entorno social
En relación a la influencia familiar sobre la escuela, probablemente la más significativa de todas las del entorno, Tyler (1991: 227) se refiere como el currículum del hogar al bagaje que los alumnos traen de sus casas; a las motivaciones, expectativas, hábitos y problemas que subyacen e influyen en sus procesos de aprendizaje.
Entre otros factores, lo conforman: el tamaño familiar, el grado de lectura familiar, el
tiempo empleado en ver la televisión, la atención que se presta a los deberes y a las
faltas de asistencia a clase, la implicación parental en las decisiones escolares y los
recursos familiares.
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